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Una joven investigadora cordobesa, reconocida por su investigación sobre el Alzheimer

Anahi

Anahí Bignante es una joven científica que desarrolló todo su trabajo en Córdoba. Sus estudios le permitieron recientemente obtener un subsidio de la prestigiosa Alzheimer’s Association.

Existen más de 40 millones de personas en todo el mundo y 400 mil en la Argentina que padecen alzhéimer. Estamos frente a una enfermedad que hoy no tiene cura, y la esperanza de un mundo sin alzhéimer está en investigación.

Numerosos grupos de científicos en el mundo tratan de entender su causa, sin embargo, en la actualidad no existe ningún tratamiento efectivo capaz de detener ni enlentecer su curso.

Entre las iniciativas que impulsan instituciones del mundo, están las de la Alzheimer’s Association, que apoya a grupos de investigación y a individuos para que estudien intervenciones experimentales para tratar la enfermedad. Recientemente, esa institución le otorgó un importante subsidio a la investigadora cordobesa Anahí Bignante.

Como avanza el Alzheimer

La enfermedad, causa deterioro cognitivo y demencia en sus estadios mas avanzados, se produce por la formación anormal de placas seniles de una proteína denominada «beta amiloide» (βA), junto con el depósito dentro de las neuronas de otra proteína, llamada «Tau».

A medida que las placas amiloides de βA y los “ovillos” de Tau se van acumulando, se atrofian áreas cerebrales asociadas a la memoria, como el hipocampo y la corteza cerebral.

Anahí Bignante estudió Farmacia, hizo su doctorado en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y actualmente es investigadora en el Instituto Ferreyra (INIMEC-CONICET-UNC), donde hace varios años estudia los mecanismos biológicos a través de los cuales la proteína βA causa neurotoxicidad.

“En el laboratorio buscamos desentrañar los procesos que regulan la génesis de βA, ya que este evento es la base del depósito del amiloide en el cerebro, y es crítico para el inicio y la progresión de la enfermedad”, explica Bignante.

 βA se genera a partir de la ruptura de un precursor de mayor tamaño (APP), por una enzima llamada BACE1.

El proceso por el cual una célula responde a sustancias que se encuentran en su exterior se denomina “transducción de señal” y se realiza mediante moléculas de señalización que están en la membrana de la célula, o bien dentro de ella.

βA no penetra dentro de la neurona, pero envía una señal vía otra proteína (Go/Gβγ), que es el transductor de esa señal. El “tráfico” anormal de moléculas dentro de la neurona sería el desencadenante de la formación de estructuras neuronales patológicas, la redistribución de la proteína Tau y la muerte neuronal que conduce al deterioro cognitivo.

 “En un trabajo reciente –subraya Bignante– mostramos que los agregados de βA cambian la distribución subcelular de la proteína APP y de la enzima BACE1, lo que favorece la formación de más βA. Lo interesante es que este efecto puede revertirse con una droga, galeína”.

Bignante desarrolló todo su trabajo en Córdoba. Sus estudios le permitieron recientemente obtener un subsidio de la prestigiosa Alzheimer’s Association, una fundación sin fines de lucro sostenida por donaciones privadas y por familiares de personas que padecen alzhéimer y que apoyan la investigación científica en torno a la enfermedad.

El subsidio le permitirá profundizar sus estudios sobre los cambios en el tráfico de las proteínas que conducen a la génesis de βA y evaluar la eficacia de galeína y de otras intervenciones experimentales sobre el proceso de señalización, con el objetivo de detener la acumulación de βA y sus consecuencias tóxicas.

Tenacidad y dedicación

“Desde muy chica, me sentí atraída por la vida de científicas y científicos –dice Bignante–. Por supuesto que en ese momento no entendía nada, pero el ingenio y la dedicación que estas personas ponían para responder tan interesantes preguntas me parecía fascinante”.

“Durante mi carrera de grado, al cursar Farmacología, que tiene una base fuerte en Neurofarmacología, comenzó mi interés en cómo funciona la mente humana y qué ocurre cuando se desarrolla una psicopatología”, continúa.

Las oportunidades se dieron con el doctorado en la UNC, una estancia posdoctoral en INIMEC y posterior ingreso a la carrera como investigadora científica (CIC) de CONICET.

El subsidio (149 mil dólares) está destinado al equipamiento del laboratorio e incluye el pago de un estipendio para un/a estudiante posdoctoral que trabajará en el proyecto.

“Una de las cosas más importantes de obtener este financiamiento es que me permite la compra y la manutención de ratones transgénicos que son modelos experimentales de alzhéimer, fundamentales para el proyecto y que hasta el momento no hay en Córdoba. Iba a ser muy difícil para mí hacer esto sin este subsidio, porque es una gestión que implica mucho dinero”, enfatiza Bignante.

El proyecto incluye el uso de neuronas humanas derivadas de células madre, una tendencia mundial para el estudio de la enfermedad en humanos. Esta técnica, que ya se estaba utilizando en el laboratorio, es de costoso mantenimiento.

“Una de las cosas que más me enorgullecen de haber obtenido este subsidio –subraya Bignante– tiene que ver con que el trabajo de señalización, que dio apoyo a este pedido, se realizó completamente en el INIMEC, en Córdoba, en nuestro laboratorio, gracias al trabajo colaborativo y mancomunado de muchos profesionales, a quienes estoy profundamente agradecida”.

Bignante deja dos reflexiones: “Desde lo científico, son mi deseo y mi intención que esto nos permita generar un aporte, aunque sea pequeño, mínimo; para acercarnos a un tratamiento efectivo para esta devastadora enfermedad”.

“En lo personal, teniendo en cuenta que nunca fui la primera de la clase y que alcanzar este gran logro me costó ‘sangre, sudor y lágrimas’, creo que lo que puedo transmitir es que todavía, aun hoy, hacen falta el trabajo duro, la tenacidad y la perseverancia para lograr cosas importantes con las que uno sueña”, agrega.

La doctora Bignante es un ejemplo de la creación de nuevos caminos y motivaciones para las mujeres investigadoras en el mundo académico, e inspira a que jóvenes científicas quieran ser parte del reconocimiento y la visibilidad en aumento.

El subsidio

Alzheimer’s Association: lidera el camino para acabar con la enfermedad de Alzheimer y todas las demás demencias, acelerando la investigación mundial, impulsando la reducción de riesgos y la detección temprana, y maximizando la atención y el apoyo de calidad.

La Asociación es el mayor financiador sin fines de lucro de la investigación del alzhéimer, comprometida con el avance de la investigación, vital para nuevos métodos de tratamiento, prevención y, en última instancia, una cura (https://www.alz.org/).

En Argentina, la Asociación de Lucha contra el mal de Alzheimer (ALMA) asesora y apoya, sin fines de lucro, a pacientes y a familiares de pacientes con la enfermedad (https://www.alma-alzheimer.org.ar/es/).

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