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Las neuronas de los consumidores de marihuana reciben menos oxígeno.

El consumo temprano de marihuana afecta el coeficiente intelectual

El hipocampo, un área clave para el aprendizaje y la memoria, recibe menos flujo sanguíneo en los consumidores crónicos de marihuana lo que sugiere una mayor vulnerabilidad al Alzheimer.

El estigma contra la marihuana en los EE.UU. no ha dejado de erosionar durante décadas, pero en los últimos diez años su uso se ha disparado dramáticamente.  En 2001, el 4,1% de los encuestados dijo haber fumado marihuana en el último año, la cifra llega al 9,5% en el 2014.

SEDRONAR tiene cifras para la Argentina. Dentro de las sustancias ilícitas, la marihuana es la de mayor consumo en nuestro país. Más del 17 % de las personas adultas aseguran haberla consumido en algún momento de sus vidas, mientras que en los estudiantes de enseñanza media alcanza el 15,9 %.

La Sociedad para la Neurociencia (SFN), es una de los congresos más relevantes de la neurociencia mundial por su actualidad y por el número de investigadores que exponen los últimos avances de la investigación básica y clínica en este tema. En la Neuroscience 2016 https://www.sfn.org/annual-meeting/neuroscience-2016, la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA), mostró su preocupación por el incremento en el uso de la marihuana impulsado por los cambios en la legislación que han permitido la marihuana medicinal en más de la mitad de los estados de EEUU y la marihuana recreativa en una media docena de los mismos.

Los avances científicos imponen una dura advertencia sobre su consumo no solo para los cerebros en desarrollo sino para los usuarios adultos crónicos.

Uno de los últimos estudios proviene de investigadores de Amen Clinics Inc. de California quienes han encontrado pruebas de que el uso crónico de marihuana aumenta el riesgo a la enfermedad de Alzheimer, debido a que restringe el flujo sanguíneo a las regiones del cerebro donde la condición toma raíz.

La coautora del trabajo*, Dra. Elisabeth Jorandby y sus colegas, trabajaron sobre un número importante de participantes con trastorno por uso de marihuana, una condición por la cual el consumo crónico induce un evidente deterioro cognitivo. Los síntomas del trastorno por uso crónico de marihuana pueden ser leves, moderados o severos, dependiendo de si el consumo es diario o casi diario, si es episódico o se prolonga por años y de la condición de cada consumidor en particular.   Los que consumen en forma habitual, además de los síntomas clínicos, desarrollan un deterioro significativo del funcionamiento académico y ocupacional,  retraimiento social y son más susceptibles a adquirir trastornos psiquiátricos, lo que está bien documentado.

En este estudio, publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, casi 1000 usuarios  crónicos y 92 controles sanos fueron sometidos a  una Tomografía Computarizada de Emisión Monofotónica, un método de imágenes muy sofisticado que permite  evaluar el flujo sanguíneo y ciertos perfiles de la actividad cerebral. El estudio se realizó en reposo y mientras los participantes realizaban pruebas de concentración mental.

Utilizando sofisticados análisis estadísticos se encontró que aquellos participantes diagnosticados con el trastorno por uso de cannabis mostraban una reducción significativa del flujo sanguíneo en casi todas las regiones del cerebro, pero esta disminución era muy marcada especialmente en el hipocampo. En efecto, el flujo sanguíneo de los consumidores estaba particularmente restringido al hipocampo derecho, la región más predictiva cuando se la comparó con individuos no consumidores.

El hipocampo es una región comprometida con el aprendizaje y la memoria y muy afectado en la enfermedad de Alzheimer, de allí que los investigadores asociaron de inmediato sus hallazgos a una mayor vulnerabilidad a adquirir la enfermedad en los consumidores crónicos de marihuana. Esta asociación se refuerza con estudios previos que demostraban que un flujo sanguíneo restringido hacia el hipocampo aumentaba el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Para incluir otro ejemplo de los efectos perjudiciales del cannabis, cabe mencionar un estudio recién publicado del Instituto Noruego de Salud Pública, donde se demuestra que el consumo de marihuana triplica el riesgo de psicosis.

Este tipo de investigaciones necesita ser estimulada. La neurociencia puede ofrecer información sobre cómo prevenir los efectos negativos de la marihuana y, al mismo tiempo, decirnos cómo podemos tomar ventajas de sus principios activos y de los circuitos cerebrales que se ven afectados, para asegurar su potencial uso terapéutico para el tratamiento del dolor y otras enfermedades.

Los medios de comunicación nos dan la impresión general de que la marihuana es una droga recreativa segura, los resultados de estas últimas investigaciones desafían esta noción. Hoy solo podemos decir que la precaución está claramente a la orden.

 

Las neuronas de los consumidores de marihuana reciben menos oxígeno.

Publicado por la Fundación ProSalud· 16 de febrero de 2017