Inicio / Tecnología  / Biotecnología  / Científicos atraídos por Google

Científicos atraídos por Google

Científicos atraídos por Google

Google y otras de sus empresas de tecnología están reclutando cada vez más científicos a medida que el Silicon Valley se amplía hacia el cuidado de la salud.

Rara vez uno asocia a Google con médicos, biólogos y otros especialistas de las ciencias de la vida. Sin embargo, la revista Nature publicó el 21 de octubre del 2015 un artículo en el que se pregunta: ¿Por qué Google atrae a científicos superstars ?

¿Será porque Google les ofrece a todos sus empleados bicicletas de colores que pueden utilizar sin costo alguno? ¿Quizá porque la comida no sólo es rica y saludable, sino también gratis? ¿Quizá por los elevados salarios de los que trabajan en GooglePlex, la sede corporativa de Google en Mountain View, California?

Ciertamente, no fueron estas las únicas ventajas que llevaron a Jessica Mega –cardióloga de la Escuela de Medicina de Harvard– a dejar su próspera carrera académica para dirigir Baseline Study, un proyecto diseñado para comprender “qué significa ser saludable, desde lo celular hasta lo molecular”.

Alimentado por la experiencia de Google en el análisis de datos y la ingeniería, este equipo de biología creará dispositivos electrónicos en miniatura y otros medios sofisticados para poder recoger y analizar en forma continua más datos de salud de lo que hoy es posible. Sentar alrededor de una mesa a ingenieros con fuertes antecedentes tecnológicos junto a académicos expertos como Mega tendrá un gran impacto en este campo. Y probablemente será a corto plazo. ¿Qué le atrae a Mega? En mi opinión, la ambición por el esfuerzo.

La migración de profesionales de este tipo a Google fue tan sólo uno de una serie de anuncios de científicos de alto vuelo que están alistándose en la misión, y el pionero de un nuevo tipo de trayectoria profesional.

Aunque los investigadores académicos dedicados a la informática y la ingeniería han liderado proyectos innovadores de Google (como Glass, las lentes conectadas a Internet), Google y otras de sus empresas de tecnología están reclutando cada vez más científicos a medida que el Silicon Valley se amplía hacia el cuidado de la salud.

Según Nature , en septiembre, Thomas Insel –director del Instituto Nacional de Salud Mental en Bethesda, Maryland– anunció que se uniría a la compañía para colaborar en el desarrollo de tecnologías aplicadas a la salud mental.

El año pasado, la bióloga molecular Cynthia Kenyon –líder en la investigación sobre el envejecimiento– se unió a Calico, la compañía biotecnológica de Google.

Esta reciente aventura de Google es algo misteriosa; sólo se filtró que estará dedicada a extender la vida humana retardando el proceso de envejecimiento y combatiendo enfermedades relacionadas con la edad.

Al incorporarse a Calico, Kenyon se une a su actual CEO, Arthur Levinson, quien fuera director ejecutivo de Genetech; a Hal Barron exjefe médico de Roche; a Robert Cohen, un prestigioso oncólogo de Genetech, y a David Botstein, exdirector del Institute for Integrative Genomics de Princeton. Sin duda un grupo de investigadores de elite, que refleja el magnetismo que ejerce la profunda visión (¡y el dinero!) de Google. Calico es la nueva compañía de desarrollo e innovación de Google.

Motivaciones

Pero, ¿es el dinero el único señuelo? Silicon Valley ofrece fuertes recursos tecnológicos de difícil acceso en el “mundo académico”, así como la oportunidad de perseguir objetivos difíciles de alcanzar en la academia, donde los científicos no suelen ser recompensados por la búsqueda de soluciones que se puedan aplicar fácilmente al “mundo real”.

No sólo los recursos son exponencialmente mayores, sino que las métricas son diferentes. En lugar de publicaciones, conseguir resultados.

Conseguir resultados era lo más importante en la mente del bioingeniero Brian Otis cuando dejó la Universidad de Washington, Seattle, para unirse a Google. Su objetivo era desarrollar una lente de contacto “inteligente” para medir los niveles de glucosa en las lágrimas de personas con diabetes.

La motivación y los medios para responder a dos incógnitas fueron un poderoso incentivo para Otis. ¿Podrían los componentes electrónicos necesarios para detectar glucosa incrustarse en una lente de contacto? ¿Cómo obtener los valores pertinentes de los niveles de glucosa?

El proyecto fue todo un éxito. El gigante farmacéutico Novartis licencia la tecnología de los lentes de contacto desde el año pasado y Otis es ahora director de hardware y dispositivos médicos del equipo de ciencia de Google X.

Apple también entró en el juego de la salud. En marzo, debutó con ResearchKit, una herramienta que permite recopilar datos de los teléfonos móviles de los pacientes, tal como las calorías quemadas, el ritmo cardíaco, etcétera.

En abril, IBM lanzó IBM Watson Health y Watson Health Cloud, servicios que utilizan la tecnología de la computación cognitiva de la empresa para procesar grandes cantidades de datos de salud de diversas fuentes.

El servicio podría ayudar a los médicos a controlar a sus pacientes mediante la transmisión de datos entre dispositivos electrónicos personales o habilitar a las compañías farmacéuticas para gestionar ensayos clínicos más eficientes con la computación en la nube ( cloud computing ).

Intel9, por su parte, está desarrollando servicios de cloud computing para proporcionar al paciente de cáncer un seguimiento personalizado. Facebook, Microsoft y Amazon también están comenzando a involucrarse.

Pero el enfoque de Google la distingue: la empresa gasta más recursos en aplicaciones potenciales para la salud y está explorando en más direcciones que otras compañías. El objetivo: una atención preventiva más efectiva y de mejor calidad.

Se estima que Google invierte alrededor de mil millones de dólares por año en investigación en las ciencias de la vida, aunque estas no son cifras oficiales.

La compañía también financia una enorme variedad de proyectos externos. Un buen ejemplo es Google Genomics, que se acerca a hospitales y universidades que investigan el genoma humano para ofrecerles almacenar, procesar, explorar y compartir sus datos con su infraestructura en la nube.

En el artículo de Nature, también se menciona la opinión de científicos: “Están llegando a la Academia de una manera en que las empresas de biotecnología a menudo no lo hacen”, según Judith Campisi, bióloga del Instituto Buck.

“Para algunos académicos, unirse a una compañía de tecnología es una oportunidad nueva y emocionante”, dice Steven Hyman (investigador del Massachusetts Institute of Technology y de Harvard), pero “no es un destino probable para aquellos que no quieren arriesgarse. Después de todo, los objetivos científicos de los Google, Apple y Microsoft del mundo probablemente cambien en el corto plazo, ya que las empresas están explorando un área que es nueva para ellos”.

Hay dos caminos posibles. Para quien se une a ellos, el desafío de ir desde los principios fundacionales de su idea a la ejecución. Para quienes seguimos en la academia, la libertad de elección. Esto para muchos no tiene precio.

Científicos atraídos por GoogleEl texto original de este artículo fue publicado el 14/11/2015 en la edición impresa de La Voz del Interior, Córdoba, Argentina. Ingrese a la edición digital para leerlo igual que en el papel.