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Daniel Rabinovich y la creatividad

Daniel Rabinovich y la creatividad

Mientras que la neurociencia de la creatividad sigue siendo un campo relativamente joven, los resultados de estos y otros estudios en artistas y pensadores sugieren que la reducción del control cognitivo es importante para ser un creativo.

Cuando leí la triste noticia de la muerte de Daniel Rabinovich, miembro de Les Luthiers, no sólo vino a mi memoria tanta sonrisa compartida, buena música y momentos placenteros sino también ese toque mágico que pensamos que sólo algunos pueden alcanzar y que llamamos creatividad.

En los congresos anuales de la Society for Neuroscience (SFN), hay un espacio dedicado al diálogo entre la neurociencia y la sociedad.

En 2013, invitaron al presidente de los estudios de animación de Walt Disney y Pixar, Ed Catmull, a presentar su punto de vista sobre la creatividad en un ambiente de trabajo competitivo.

Catmull es considerado un experto en creatividad y así lo demostró en su conferencia. Buscando en los archivos de esta sociedad, rescato sus palabras: “Alentando la honestidad, renunciando al control, reconociendo lo desconocido y promoviendo un ambiente seguro para cometer errores, la creatividad y la excelencia pueden prosperar”.

Sin duda, Rabinovich había logrado todos estos objetivos.

Los neurocientíficos se han preguntado qué pasa en el cerebro cuando las personas se dedican a actividades creativas, como cuando los músicos improvisan, cuando el dibujante garabatea mientras toma su café o cuando los científicos se reúnen para dejar caer “la lluvia de ideas”.

Para empezar a descubrir las bases neurales de la creatividad, se está usando lo último en tecnología de imágenes para “mirar” los cerebros de artistas profesionales. Estudiando a músicos de jazz o cantantes de rap, por ejemplo, se trata de comprender cómo el cerebro se encarga de la creación espontánea de la música, ya sea en forma de notas musicales o palabras.

Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), uno de estos estudios comparó la actividad cerebral de pianistas de jazz mientras improvisaban o tocaban una composición memorizada.

Además de la actividad generalizada en áreas del lenguaje y sensoriales motoras, la improvisación se asoció con una mayor actividad en la corteza medial prefrontal (MPFC), un área del cerebro involucrada en el pensamiento introspectivo.

En contrapartida, la memorización se asoció con una disminución de la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral, una región que participa de las funciones ejecutivas, como la planificación y la inhibición. Un hallazgo similar se describió en los raperos que interpretaban letras no ensayadas.

Es decir que cuando se desacoplan las regiones del cerebro involucradas con el control ejecutivo, los músicos están en mejores condiciones para disfrutar de la libre expresión.

¿Qué está pasando dentro de nuestra cabeza cuando la mente se distrae? Si bien puede sentirse como que nos cubrimos con un protector de pantalla, nuestro cerebro está todavía trabajando.

De hecho, un grupo particular de regiones cerebrales incrementa su actividad y consume mucha de nuestra energía aunque no estemos enfocados en una tarea.

Este conjunto de áreas cerebrales se conoce como la red neuronal por defecto (DMN, default mode network ). Esta es una idea relativamente reciente (principios de 2000) que se incorpora para estudiar cómo se organiza el cerebro, pero que tiene implicaciones interesantes para la comprensión de la conciencia y la identidad, dos cosas que no encajan con el pensamiento tradicional sobre la mente y el cerebro.

Los científicos teorizan que esta red –que incluye la corteza medial prefrontal– contribuye a la generación del pensamiento espontáneo cuando estamos despiertos y juega un papel importante en el comportamiento creativo.

Es interesante que cuando el control cognitivo disminuye, las regiones del cerebro que comprenden esta “red en modo automático” –y que estarían involucradas en las formas inconscientes del procesamiento de la información– se activan.

¿Podría esta estructura cerebral darles forma a las inclinaciones creativas de una persona? Para averiguarlo, un grupo de hombres y mujeres debían responder una pregunta mientras se registraban imágenes de sus cerebros. Les dieron sólo dos minutos para anotar la mayor cantidad de respuestas. ¿Qué se puede hacer con un ladrillo? ¡Y ahí había una diferencia!

Los participantes con respuestas más creativas tenían un volumen mayor de materia gris (cuerpos y proyecciones de las células nerviosas) en la corteza medial prefrontal y en las regiones de la red neuronal por defecto. En particular, aquellas que, se supone, participan en el conocimiento y la autoconciencia.

Los científicos no pueden confirmar si el aumento del volumen de la red neuronal por defecto en los individuos creativos precedía o era el resultado de un pensamiento creativo frecuente. La búsqueda de la relación funcional entre los cambios en la materia gris y la creatividad aún continúa.

Mientras que la neurociencia de la creatividad sigue siendo un campo relativamente joven, los resultados de estos y otros estudios en artistas y pensadores sugieren que la reducción del control cognitivo es importante para ser un creativo.

Como Catmull nos explicó a la multitud reunida en el SFN 2013 de San Diego, Estados Unidos, estaremos más abiertos a la creatividad cuando trabajemos en un ambiente donde no tengamos miedo de cometer errores.

Y enfatizó: “Todo el mundo tiene el potencial de ser creativo. Son nuestras opciones las que permiten o bloquean la creatividad”.

¡Hay que desbloquearse! La facilidad no es el objetivo. La excelencia lo es.

Daniel Rabinovich logró la excelencia y por eso lo recordaremos.

Rabinovich y la creatividadEdición Impresa: El texto original de este artículo fue publicado el 27/08/2015 en la edición impresa de La Voz del Interior, Cordoba, Argentina. Ingrese a la edición digital para leerlo igual que en el papel.